LA MUERTE FRIA . 1 . Por Tomás Wilson

Lo único que le preocupaba a Danko Danivoc, era llegar pronto a casa. Pedaleando en su vieja bicicleta, escuchando desde su I-POD el último album de Lacrimosa, dobló un recodo, saludo a la vecina del frente, y tarareó la canción que emanaba desde los auriculares. Era un lindo día, soleado, pero sin mucho calor. Iba en la Universidad, con excelentes notas. Siempre salía destacado: en letras, en deportes, en canto. Sus logros lo mantenían a flote. Pensaba que llegaría a ser un gran profesional.
Sin embargo, a lo lejos, un trueno se dejó escuchar.
Se aproximaba la tormenta