Lo que realmente preocupaba a Anna Stevenson, era que la sorprendieran mintiendo. Encerrada en el baño, en cuclillas frente al retrete, se preguntaba una y otra vez si lo que estaba haciendo era correcto o no. Podía aceptar que estaba enferma. Podía aceptar que esto era un error. Pero había un lado de su cerebro que le decía lo contrario. Que tenía que vomitar lo que comía, porque quería tener cuerpo de modelo, vestir como modelo. Ser una modelo. Anna tenía sus problemas personales, y los guardaba como un tesoro. Pero habían otros rumores también que la tenían preocupada. Sobre todo esos rumores sobre la Muerte Fría. Se decía, que en algun pueblito sin nombre, había caído el invierno más frío que había tenido memoria. Que toda vida animal y humana, había sucumbido. Que habían encontrado cadaveres de bebés, congelados, en un rictus que muchos del cuerpo de rescate nunca olvidaría. Y que este efecto seguiria su rumbo hasta Santa Elisa.
El calentamiento global, decian algunos
Un proyecto militar, decian otros.
El fin del mundo, la mitad de ellos.
Pero fuera lo que fuera, no podía hacer oidos sordos al sonido de la tormenta.
Eran las tres de la tarde en la ciudad de Santa Elisa... y contando...
domingo, 7 de octubre de 2007
LA MUERTE FRIA . 2 . Por Tomás Wilson
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2 comentarios:
hmmmmm, estaba mejor el primer episodio haha! ;p
Just kidding.
sigue sigue..
A ver como acaban estos minicapítulos. Pero no tardes tanto entre uno y otro!!! :P
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