martes, 13 de noviembre de 2007

LA MUERTE FRÍA. 4 . Por Tomás Wilson

Los detectives golpearon en el 347 de la Calle Manson en espera que abriera Emma. Estaban al tanto de los últimos acontecimientos y conocían el Informe Negro. El que estuvieran aquí, frente a esta casa de color blanco, no era una coincidencia. Emma tenía información sobre la Muerte Fría.
Volvieron a golpear.
-Somos el Agente Thompson y Davison a la puerta-dijo uno de ellos-. Tenga el honor de abrirnos, por favor. -volvió a golpear. -¿Señora Emma?
El otro agente, miro a Thompson. Sus ojos le enciaron una sola instrucción y ambos asintieron. El agente Davison se acercó a su autopatrulla y anunció por radio la situación. Thompson esperó y una vez tuvieron el permiso, a la cuenta de tres, sometieron a la puerta a una serie de golpes hasta abrirla.
Davison solo vio un par de zapatos blancos balanceando de un lado a otro. Fue Thompson quien unió todo el resto de la escena en un solo cuadro.
LA MUERTE FRÍA YA ES UNA REALIDAD. Y USTEDES SERÁN LOS PROXIMOS. habia escrito con carbón en el techo desde donde habia amarrado el nudo corredizo que utilizaría Emma para ahorcarse.
-Su obra-musitó el agente Thompson.
El Informe Negro. Era de vital importancia.
-Agente Thompson. Davison.-se voltearon. Era el jefe maximo de la Brigada de Investigaciones.-Los últimos informes indican que el documento se encontraría en el domicilio del marido de Emma-miró el cuerpo, colgado, rigido, balanceandose.-Bajenlo de alli y apliquen autopsia.-miro el cuerpo-dos a una que lo está incubando dentro de ella.
Y su voz fue una orden.

continuará---

1 comentario:

Anónimo dijo...

muy bueno